En esta sección buscamos acercarnos a los distintos aspectos que intervienen en el fútbol, buscando nuestro enriquecimiento deportivo. Espero que os resulte útil.

 

El Modelo de Juego. Nuestra Identidad

Miercoles 5 de septiembre de 2012

Aprovechando el trabajo que he realizado con el Cartagena FC, vamos a abordar en este artículo, un tema técnico de actualidad: El Modelo de juego.

 

Os detallo algunas definiciones:

 

Modelo de Juego: Plan táctico - técnico - físico - psicológico - estratégico objetivado por un entrenador, o más, que apunta a un cierto patrón de comportamiento, que a la larga se convierte en una cultura en la que el jugador tiene que guiar la conducta, la fijación de límites para las decisiones que deban adoptarse en los juegos. El modelo es una definición del juego, ya que sólo puede ser específico para reproducir el modelo fractal pequeño o grande del juego, y tiene que tener un modelo predefinido, saber dónde quieres ir. 

 

El Modelo de Juego es el conjunto de principios (comportamientos generales del juego) que el entrenador ha creado. “El principio es el inicio de un comportamiento que un entrenador quiere que el equipo suma en términos colectivos y los jugadores en términos individuales que rigen el comportamiento de los jugadores en la competición”, atendiendo a no sólo a su organización estructural (sistema de juego) sino también a la organización funcional. GOMES, MARISA

 

Un Modelo de Juego es algo que identifica a un Equipo determinado. No es sólo un sistema de juego, no es el posicionamiento de los jugadores, sino, es la forma como esos jugadores se relacionan entre sí y como expresan su forma de ver el fútbol. J. PORTOLÉS

 

Dentro de la dirección técnica de un equipo de fútbol, los entrenadores buscamos dotar a nuestro de equipo de una identidad, de rasgos que lo identifiquen, de patrones que hagan visibles los caminos que vamos a seguir en busca del éxito jornada a jornada.

 

Para ello, es fundamental analizar, para luego desarrollar cuales van a ser las bases sólidas tácticas sobre las que se va a sustentar nuestro equipo. Estos aspectos van en función del tipo de jugadores, filosofía e idiosincrasia de nuestro club, capacidad de captación de jugadores, etc... y el aspecto más importante para desarrollar y aplicar con garantías estos aspectos es la mentalidad y pensamientos del entrenador.

 

No existe ninguna fórmula mágica que garantice el éxito, existen muchas filosofías distintas de juego, en muchos casos contrapuestas, que pueden ser igual de válida. Lo fundamental para lograr el éxito es la confianza en el trabajo que se realiza.

 

Para el diseño de nuestro modelo, son muchas las preguntas que debemos realizarnos, son muchas las ideas que debemos definir y por supuesto, analizar el contexto en el que vamos a desarrollar nuestras funciones.

 

"Para aprender necesitamos en primer lugar comprender lo que queremos aprender" (J. A. Marina).

 

Estos son los aspectos que conforman el modelo de juego:

- ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL (Sistema de Juego)

- ORGANIZACIÓN FUNCIONAL (Conjunto de Principios)

 

Con el SISTEMA DE JUEGO buscamos una ocupación determinada de nuestros jugadores dentro del terreno de juego, esta estructura debe estar en armonía con  el Conjunto de Principios que debe desarrollar el equipo durante el desarrollo del juego.

 

En la ORGANIZACIÓN FUNCIONAL, debemos partir de los principios básicos,  que van a ser los pilares de nuestro modelo:

1) FASE DEFENSIVA

2) FASE OFENSIVA

3) TRANSICIÓN DEFENSA-ATAQUE

4) TRANSICIÓN ATAQUE-DEFENSA

Teniendo en cuenta estas fases del juego debemos desarrollarlas y enriquecerlas, marcando como queremos que actúe el equipo .

 1) FASE DEFENSIVA

    - ¿A que altura se va a posicionar el equipo?

    - ¿En que zonas realizará la presión el equipo?

    - ¿Cómo se organizará el bloque defensivo?

    - Etc…

 

 2) FASE OFENSIVA

     - ¿Cómo actuara el equipo cuando tenga el balón?¿Ataque directo o Juego Combinativo?

     - ¿Cómo se moverá el equipo en desarrollo del juego con el balón?

     - ¿Con que armas dotaremos al equipo para conseguir amplitud y profundidad?

     - Etc…

 

 3) TRANSICIÓN DEFENSA-ATAQUE

     - ¿Inicio de presión en posición adelantada o repliegue tras perdida de balón?

     - Etc…

 

 4) TRANSICIÓN ATAQUE - DEFENSA

     - ¿Contraataques con desplazamientos largos de balón o cortos?

     - Etc…

 

Definidos todos estos parámetros, es el momento de planificar su puesta en marcha mediante los entrenamientos. Nuestras tareas deben ir definidas y condicionadas a nuestro modelo de juego, tratando de un asentamiento y dominio de los principios del modelo.

 

«La táctica es el juego, la táctica es la forma en la que se juega, donde se juega, el porque se juega, cuando se juega, cómo se juega y donde se juega»: (Juan Manuel Lillo).

 

Las tareas propuestas durante las sesiones de entrenamiento debe estar comandadas por el principio de especificidad.

Deben mantener la estructura específica del juego.

Las tareas deben estar enfocadas a la mejora o mantenimiento de los principios que gobiernan nuestro modelo de juego. Las tareas de entrenamiento deben, aunque tengamos un objetivo particular, mantener la estructura del juego, con sus fases al completo (ataque, defensa y transiciones) .

Debemos evitar en la medida de lo posible situaciones descontextualizadas de lo que es la realidad del juego.


David Jávega

 


La Periodización Táctica

Lunes 6 de agosto de 2012

La “Periodización Táctica” respeta el Principio de “entereza inquebrantable” del Juego, globalizando en cada ejercicio las cuatro dimensiones que forman el Fútbol, así como sus cuatro momentos, siendo los Principios y Subprincipios del <<juego>> los únicos que se desintegran, asumiéndose el Modelo de Juego como referencial de todo el Proceso. El entrenamiento será, por tanto, el encargado de hacer que los jugadores conciban la manera de <<jugar>> que pretende alcanzar su Entrenador.

 

Sin embargo, pese a la globalidad que adquieren los ejercicios, las cuatro dimensiones que forman el Fútbol no pueden ser vistas bajo el mismo grado de preocupación, por ello precisan ser jerarquizadas de acuerdo con el ejercicio en cuestión. Si el Modelo de Juego es el referencial de todo el Proceso, el aspecto/ dimensión táctico ser siempre el gua de todo ejercicio, surgiendo los demás factores por arrastre.

 

Para el Profesor Frade (2003 cit. por Freitas, S. en 2004) “lo táctico no es físico, ni es técnico, ni es psicológico, pero necesita de todas ellas para manifestarse”.

También para Amieiro, N., Oliveira, B., Resende, N. y Barreto, R. (2006) “entiéndase que cualquier acción técnica, o física, tiene siempre subyacente una intención táctica”.

Por tanto, el factor táctico aparece como una Supradimensión que deber ser guía de todo el Proceso de Entrenamiento. Así lo entiende también Oliveira, J., cuando dice que “el Modelo de Juego adoptado y los respectivos principios deben ser sujetos a un cuidadoso proceso de periodización y planeamiento dinámicos, lo que presupone que el compo

nente físico, técnico y psicológico aparecen arrastrados por el componente táctico pero siempre en paralelo”.

 

Es por ello que el Entrenamiento debe cobrar una importancia extrema a nivel táctico, tratando todos los aspectos que el Entrenador quiere que ocurran (Modelo de Juego) dentro del terreno de juego en los distintos momentos que el Fútbol posee (momento ofensivo, momento defensivo, transición ataque – defensa y transición defensa – ataque). De ahí, la importancia extrema del Entrenador tener una Cultura Táctica claramente definida en cada uno de los momentos del Fútbol y, basándose en ella dar la máxima coherencia al Proceso a seguir (operacionalización de esta Concepción de Juego).

 

Un Modelo de Juego lleva tiempo, por ello es necesario entrenarlo desde el primer da de entrenamiento, y subordinarlo todo a la supradimensión táctica.

 

“Correr por correr tiene un desgaste energético natural, pero la complejidad de ese ejercicio es nula, y como tal, el desgaste en términos emocionales tiende a ser nulo también, al contrario de las situaciones complejas donde se exigen a los jugadores requisitos técnicos, tácticos, psicológicos y de pensar las situaciones, eso es lo que representa la complejidad del ejercicio y que conduce a una concentración mayor”.

Mourinho, J. (citado por Freitas, S. En 2004)

 

Lo que se pretende conseguir, a través de la “Periodización Táctica”, es una adaptación de los jugadores a una determinada forma de <<juego>> pretendida por el Entrenador, y que las intenciones previas (lo que queremos que suceda) se formen en intenciones en el acto durante la competición. Según Gomes, M. (2006) “para que los comportamientos de los jugadores y equipo se inscriban automáticamente en el desarrollo del proyecto de juego del equipo es preciso crear hábitos”. Y hace mención a lo referido en el punto anterior: “A través de ellos, los comportamientos surgen al nivel del inconsciente o sea, resultan de la capacidad de anticipación de la repuesta”.

 

Según Frade (1998 cit. por Rocha en 2000) “cuando entrenamos para conseguir una adaptación, el proceso acontece al nivel del “saber hacer”. Para Carvalhal, C. (2001) esa adaptación es creada “a través de un hábito que se adquiere en la acción”.

Según El Diccionario Práctico Ilustrado, Lello y hermanos editores (cit. Por Carvalhal, C. en 2001), hábito es “la disposición adquirida por la repetición frecuente de un acto, siendo la disposición <<una tendencia, una aptitud>>”, que como hemos visto anteriormente vendrá marcada por Sentimientos vivenciados con anterioridad. Bordieu (cit. por Carvalhal, C. en 2001) añade que, “la disposición es un término más amplio que el hábito y puede ser definida como un saber hacer”.

 

Además, nos dice que “las disposiciones pueden ser innatas o adquiridas”, y que “el hábito es una disposición adquirida, pudiendo su aprendizaje tomar diversas formas donde la simple repetición es muchas veces insuficiente”.

Esta repetición puede ser, en ocasiones, insuficiente porque ese hábito, que se adquiere en la acción, puede evolucionar o no con la repetición. Si la repetición de una acción es activa y contextualizada existirá evolución adquiriéndose “un saber hacer” nuevo. Por el contrario, si la repetición se realiza de manera no activa, las disposiciones adquiridas hasta aquí se mantendrán, pero no existirá evolución.

 

Dada la importancia que acoge la repetición sistemática en la transformación de “un saber hacer” en hábito, Vítor Frade (cit. por Carvalhal, C. en 2001) expone que, “para adquirir un Principio, el entrenamiento tendrá que ser <<adquisitivo>>”, esto es, el tiempo de acción en términos de propensión tiene que hacer aparecer un gran porcentaje de determinadas cosas. Este es otro de los principios en que se basa la “Periodización Táctica”, el Principio de las Propensiones, que consiste en hacer aparecer un gran porcentaje de lo que queremos alcanzar, del objetivo pretendido.

Para ello, debemos condicionar el ejercicio, para que surja repetidamente el comportamiento pretendido.

 

La forma de operacionalizar un Principio, con el fin de conseguir una adaptación por parte de los jugadores, es entonces a través de la repetición sistemática (en Especificidad), permitida en este caso por el Principio de las Propensiones.

 

Imaginemos que queremos conseguir que los jugadores de nuestro Equipo hagan un tipo de presión. Realizamos un ejercicio donde 6 jugadores presionan, los tres delanteros y los 3 medios (en un sistema 1-4-3-3) ante 7 jugadores con posesión del balón, por ejemplo los 4 defensores más 3 medios. Si lo que queremos es que los jugadores adopten este Principio deberé poner normas al juego de manera que se den muchas recuperaciones del balón por parte de los jugadores que presionan, cumpliendo de esta forma la repetición sistemática que les hará llegar a un hábito.

 

Al ser Específico de nuestro <<juego>> este hábito, podremos alcanzar la esfera del “saber sobre un saber hacer>”, que no es otra cosa que “hacer consciente lo que se quiere”, Vítor Frade (2007).

 

La repetición sistemática (en Especificidad)

“Cuando tenía 14 años sabía hacer cualquier raíz cuadrada, estaba cansado de hacerlas en la escuela. Sin embargo, ahora que soy licenciado no consigo hacer prácticamente ni una. La ausencia de práctica me ha hecho olvidarlas”,Tamarit, X. (2007)

 

El entrenamiento, sin embargo, no sólo debe basarse en la adquisición de nuevos Principios, sino también en el mantenimiento de los ya aprendidos, ya que los jugadores olvidan ante la ausencia de ejercitación de ciertos ejercicios.

 

Como dice Castelo, J. (cit. por Resende, N. en 2002), “la ausencia de ejercitar, en el pasar del tiempo, determinados ejercicios, hace que los jugadores/equipos se olviden, debido a la no utilización de la información retenida en la memoria y las instrucciones para su ejecución”. Además, añade que “el olvido lleva a una disminución de la capacidad de realizar acciones con los niveles de desempeño anteriormente alcanzados”. Por ejemplo, un aprendiz de guitarrista, comienza practicando el <<punteo>> con su guitarra. Con el tiempo (más o menos, dependiendo su capacidad de aprendizaje), conseguirá una habilidad en sus dedos que le permitirá aumentar la velocidad de éstos para tocar las cuerdas de la guitarra. Si durante 3 meses dejara de practicar el <<punteo>> para pasar a <<rascar>> las cuerdas, cuando intente <<puntear>> de nuevo su velocidad de ejecución habrá disminuido considerablemente. Exactamente lo mismo ocurre con los jugadores de Fútbol, si dejan de practicar ciertas acciones tanto tácticas como táctico-técnicas, pierden calidad en su ejecución.

 

El entrenar en Especificidad permite que los jugadores no lleguen al olvido de los Principios y Subprincipios que conforman el Modelo de Juego, ya que éstos están siendo entrenados en todo momento, así como de habilidades táctico-técnicas fundamentales para dicho Modelo. Para Castelo, J. (cit. por Resende, N. en 2002) “al practicar repetidamente y sistemáticamente los ejercicios de entrenamiento específicos, los jugadores evolucionan a través del desarrollo de los diferentes sistemas del organismo, principalmente del sistema nervioso central”, ya que como nos dice, “educar no es meramente desarrollar los músculos, sino habituar el cerebro a comandar el cuerpo”. Y añade que, “la inteligencia es una característica muy importante, pues el atleta precisa tener perspicacia para, primero, observar y captar lo que debe hacer, para después tener capacidad de registrarlo en la memoria y enseguida, enviar una orden que pueda ser cumplida por varios grupos musculares”. El autor da máxima importancia a la inteligencia que debe poseer el jugador, y que, por supuesto, debe darse en la Especificidad que prima en el Proceso de Entrenamiento.

 

A esta inteligencia se refiere Garganta, J. (cit. por Resende, N. en 2002) cuando dice que en el Fútbol “no basta llegar más lejos, ni saltar más alto, ni ser más fuerte, es preciso ser más rápido, más veloz”. Más rápido en pensar, en encontrar soluciones, en encontrar el error, en descodificar las señales que lo envuelven.

 

Además Garganta & Pinto (cit. por Resende, N. en 2002) añaden que “los buenos jugadores se ajustan no sólo a las situaciones que ven, sino también a aquellas que prevén, decidiendo en función de las probabilidades de evolución del juego”.

 

Para Castelo, J. (cit. por Resende, N. en 2002) todo ello debe entrenarse para conseguir una mejora en el proceso de percepción, pues como él mismo dice “los conocimientos y la experiencia son factores preponderantes para la elaboración de un proceso perceptual, proceso éste que sólo se podrá desarrollar por la práctica en la acción”.

 

Bibliografía

"¿Que es la Periodización Táctica?" de Xavier Tamarit (2007).

 

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